Clinica de la Obesidad y Trastornos Metabolicos

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TRATAMIENTO MÉDICO

El tratamiento médico puede ser necesario cuando los esfuerzos de una persona para adelgazar han fracasado o cuando hay cuadros médicos concurrentes que hacen que requieren que una persona pierda peso.
 
El tratamiento médico de la obesidad se fundamenta en la restricción de la ingesta calórica mediante dietas debidamente planeadas, en tal forma que el paciente consuma sus depósitos grasos como fuente endógena de calorí­as. Es posible que sea necesario recetar medicamentos a quienes tienen problemas de salud relacionados con la obesidad, mientras que medidas del comportamiento pueden desempeñar un papel importante en cualquier régimen para adelgazar. Muchas personas intentan perder peso utilizando suplementos de venta libre. Es posible utilizar estrategias conductuales para ayudar a cambiar los hábitos alimentarios y a aumentar los niveles de actividad. Los trastornos relacionados con la alimentación requieren tratamiento con un terapeuta, y es posible que también requieran medicación.
 

Una pérdida lenta de peso (<2% del peso corporal por semana) mediante una dieta hipocalórica de 1.000 a 1.200 kcal/dí­a, también baja en grasas (20-30% de calorí­as) resultará en una pérdida de 8% del peso corporal en 4-6 meses, es más segura que una dieta extremadamente baja en calorí­as, <800 kcal/dí­a, que resulta en una pérdida de peso del orden de 15-20% en 4 meses. Además de que es difí­cil mantener la dieta extremadamente hipocalórica y de que esta se acompaña de un incremento en el riesgo de complicaciones, es notoriamente mayor la tendencia a recobrar el peso original que con la dieta moderadamente baja en calorí­as. Se requiere una modificación del comportamiento orientada a un cambio a largo plazo en el estilo de vida.
 
La modificación del comportamiento de por sí­ logra reducir peso, en una magnitud del orden de casi 0,5 kg, ó 0,5% del peso corporal, por semana.El ejercí­cio es un componente importante en un régimen de reducción de peso, por cuanto se asocia con resultados satisfactorios a largo plazo y puede tener efectos cardiovasculares y psicológicos benéficos. El ejercí­cio debe ser de suficiente intensidad para lograr un gasto calórico de unas 2.500 kcal/semana, lo cual quiere decir caminar rápido por 60-75 min/dí­a o aeróbicos, ciclismo o trotar por 30 min/dí­a. Una pérdida modesta del orden de 5%-10% del peso corporal inicial aporta considerables beneficios y puede ser considerado como objetivo final en muchos pacientes.
 
Generalmente no se recomiendan las dietas hiperproteicas como régimen exclusivo de reducción de peso, porque no proveen los alimentos saludables que contienen nutrientes esenciales ni la necesaria variedad de alimentos que aseguran cumplir con todos los requerimientos nutricionales; las personas sometidas a este tipo de régimen pueden ver reducida su ingesta de vitaminas y minerales, con riesgo de desarrollar alteraciones cardiacas, renales, óseas o hepáticas. La baja ingesta energética es el componente más importante en un régimen de pérdida de peso. De manera global, el régimen debe ser de no menos de 6 meses, e incluir terapia conductual e incremento de la actividad fí­sica.
 
El tratamiento especí­fico para la obesidad será determinado por su médico basándose en lo siguiente:
 
- su edad, su estado general de salud y sus antecedentes médicos
- la gravedad del trastorno
- su tolerancia a determinados medicamentos, procedimientos o terapias
- sus expectativas con respecto a la evolución de la enfermedad
- su opinión o preferencias
 


Tipos de tratamiento médico para la obesidad:
 
I.) Medicamentos

Los medicamentos son parte del tratamiento médico cuando las medidas tradicionales, tales como las dietas y los cambios de estilo de vida, no han producido un resultado pérdida de peso satisfactorio. Si bien, ningún medicamento puede obrar milagros, pueden dar soporte a que una persona logre una pérdida de peso que contribuya a mejorar su salud y calidad de vida.
 
Los medicamentos más comúnmente utilizados son:

A.) Inhibidores del apetito - son medicamentos también llamados anorexígenos, derivados de las anfetaminas que actúan inhibiendo el hambre en los centros del apetitos. Pueden causar algunos efectos colaterales como nerviosismo, insomnio, dolor de cabeza, sudoración, temblores o palpitaciones, por lo que son medicamentos bajo receta que deben de tener acompañamiento profesional médico. Tiene tiempo de uso limitado. Son ejemplos como la fentermina, topiramato (Sentis, Obexol, Istaril, etc). La sibutramina es un anorexígenos que se ha dado la suspensión de su comercialización por los efectos perjudiciales sobre el sistema cardiovascular.

B.) Ansiolíticos - son medicamentos de uso psiquiátricos, que a bajas dosis, tienen efectos ansiolíticos de calmar las compulsiones de los atracones. Hoy en día, las nuevas generaciones de los medicamentos no produce sueño y son más específico para aquellos pacientes picoteadores de carbohidratos. Son ejemplos como la Fluoxetina, Sertralina, Bupropión, etc

C.) Inhibidores de la absorción de la grasa - son medicamentos que reduce la absorción de aproximadamente el 30 por ciento de grasa a medida que el alimento pasa a través del aparato digestivo al inhibir la enzima lipasa, pueden causar defecaciones frecuentes y aceitosas, pero si se reduce la grasa en la dieta, a menudo mejoran los sí­ntomas. Son ejemplos como el Orlistat

D.) medicamentos para la diabetes - son medicamentos destinados al tratamiento de la diabetes tipo 2, mejoran la resistencia a la insulina y el manejo de la glicemia, produciendo una cierta pérdida de peso. Son ejemplos como la Metformina

E.) ANÁLOGOS DE LA GLP 1 - son medicamentos que presentan acciones similares a las hormonas intestinales (incretinas), con un efecto metabólico positivo sobre la glicemia, mejorando su utilización en el cuerpo, disminuyendo la resistencia a la insulina y la glucogenólisis, con lo que disminuye el apetito de forma indirecta. Al mismo tiempo, retrasa el vaciado gástrico, con lo que proporciona una sensación de plenitud o saciedad precoz, así evitan que los pacientes coman en exceso. Es un medicamento que debe ser manejado por profesionales médicos, presenta pocas contraindicaciones, y la dosificación es acorde a la sensibilización de cada persona. Produce una pérdida de peso de aproximadamente 10-12% del peso (10-15kg) en un tiempo sugerido de 4-6 meses, ya que el tratamiento no es sólo la pérdida de peso, así como un cambio de los hábitos alimentarios. Son medicamentos inyectables, diarios (Saxenda) o semanales (Ozempic), que se aplican los propios pacientes en sus casas. 
Algunos inconvenientes pueden surgir cuando se pierde la cadena de frío, estos medicamentos pueden inactivarse, por lo que se sugiere mantenerlos en la heladera de 2 a 8 grados. Son ejemplos como la LIRAGLUTIDA (Victoza o Saxenda), SEMAGLUTIDA (Ozempic y Wegovy), DULAGLUTIDA (Trulicity), TIRZEPATIDA (Mounjaro), etc
 

Todos los tratamientos y medicamentos, una vez que se interrumpidos, tiene la posibilidad de reganancia del peso perdido. La eficacia y los efectos de todos los medicamentos son individuales para cada una de las personas. Siempre consulte al profesional médico antes de su uso.
 
II.) Suplementos 

Muchos suplementos de venta libre prometen ayudar a quemar las grasas más rápido o a mitigar el hambre. Algunos suplementos tienen efectos secundarios que pueden ser peligrosos. Muchos de estos productos no se han estudiado en ensayos clí­nicos, en consecuencia, muchos de sus efectos, beneficios y riesgos no se conocen con exactitud.
 
La efedra (ma-huang) contiene un ingrediente utilizado en los medicamentos para el asma. La Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (US Food and Drug Administration, FDA) ha prohibido los suplementos dietarios que contienen efedra debido a sus efectos secundarios peligrosos en potencia.
 
Los productos laxantes pueden disminuir el nivel de potasio en la sangre, lo que a su vez puede provocar problemas cardí­acos o musculares. El piruvato es un producto popular que puede provocar una pequeña pérdida de peso. No obstante, el piruvato de las manzanas rojas, el queso y el vino tinto, no se ha estudiado minuciosamente. Su potencial para la reducción de peso no se ha establecido cientí­ficamente.
 
Si bien ningún suplemento puede reemplazar una dieta saludable, un complejo multivitamí­nico diario puede compensar las deficiencias nutritivas incluso para aquellas personas que siguen una dieta equilibrada.
 
Sin embargo, los suplementos vitamí­nicos no producen reducción de peso. Siempre consulte a su médico.
 
III.) Estrategias de comportamiento 

La mayorí­a de los adultos obesos que adelgazan volverán a su peso inicial a largo plazo si no se aplican estrategias de conducta de manera constante. Hay técnicas para iniciar y mantener cambios en el estilo de vida que pueden resultar en un adelgazamiento duradero.
 
Algunas estrategias de conducta incluyen llevar un diario de alimentación para registrar los alimentos que se ingieren, dónde y cuándo se ingieren, cuándo se sintió hambre y las sensaciones que se experimentaron al comer.
 
También se puede llevar un diario similar sobre actividades fí­sicas. Estas técnicas son útiles para analizar las conductas de alimentación y actividad, para identificar las conductas que se deben modificar y desarrollar estrategias para cambiarlas.
 
Un asesor que utilice técnicas cognitivas puede resultar útil para ayudar a cambiar la opinión de una persona acerca de su imagen fí­sica. Es posible desarrollar un sistema de recompensas no alimenticias para ayudar a una persona a conseguir sus objetivos de pérdida de peso.
 
Otras técnicas de conducta efectivos incluyen servirse los alimentos directamente de la estufa en vez de hacerlo "en familia” y no mirar la televisión, leer ni realizar otras actividades mientras se está comiendo.
 
IV.) Psicoterapia para los trastornos alimentarios 

Comer una gran cantidad de comida de una sola vez no indica un que la persona sea propensa a los atracones.
 
Todos nos excedemos alguna vez. No obstante, existen personas obesas que comen en exceso y luego se purgan (se inducen el vómito o abusan de laxantes para eliminar las calorí­as no deseadas ingeridas al comer en exceso) o comen grandes cantidades de alimentos compulsivamente sin el elemento de purga. Estas conductas son trastornos alimentarios que requieren tratamiento médico. La mayorí­a de las personas con estos trastornos generalmente tienen exceso de peso o son obesas. Para las personas obesas, es importante tratar los trastornos alimentarios antes intentar adelgazar.
 
Algunos trastornos alimentarios para los que se puede recomendar psicoterapia incluyen:
 
*Bulimia - un trastorno en el que la persona come compulsivamente y luego vomita o utiliza diuréticos, laxantes o ejercicios extenuantes para evitar engordar. Tantos como 11 millones de adultos y adolescentes en los EE.UU. tienen anorexia o la bulimia, consideradas las más comunes trastornos alimentarios. La sensación de culpa, vergí¼enza y depresión a menudo siguen al atracón de alimentos.
 
*Trastorno de Atracones Compulsivos - trastorno similar a la bulimia, caracterizada por episodios de atracones o comilonas descontrolados. Se diferencia de la bulimia porque quienes lo padecen no se purgan mediante el vómito ni el abuso de laxantes o diuréticos.

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